El grabado es una manifestación del arte que surgió en Occidente a mediados del siglo XV y fue una herramienta vital para la masificación de la cultura en las sociedades humanas.
Esta técnica permitió reproducir los primeros objetos en serie: libros, juegos de cartas, estampas religiosas y con ello consiguió expandir el saber y la cultura a los estratos más humildes de la sociedad al poder serializar imágenes idénticas desde una matriz inicial donde se registraba el dibujo y la escritura.
Para las artes visuales, el grabado cobra una importancia fundamental al permitir la creación en serie de imágenes que proceden de una misma matriz, considerándose todas como originales y no copias, con ello podemos hacer que nuestra obra pueda llegar a un público masivo y que esté ubicada en distintos lugares simultáneamente.
En esta región existió y existe un número significativo de artistas gráficos de destacado reconocimiento regional, nacional e internacional, situación que contrasta con un desconocimiento de la comunidad local frente al valor histórico, social y estético que ha alcanzado el grabado hasta nuestra actualidad.
Puede que esta poca relación se genere por la falta de espacios que permitan exhibir e instruir el grabado al público penquista, el cual por otra parte se siente mucho mas familiarizado con las exposiciones de pintura y de artistas capitalinos, que toman una mayor preferencia y aceptación dentro de la curatoría de la mayoría de las salas de nuestra ciudad.
De alguna forma la propuesta del Colectivo Gravura considera esta problemática,otorgándo importancia dentro de la propuesta el complemento de la exposición misma, junto a instancias de conversación en donde se explica en que consiste la disciplina del grabado, generando una relación mas grata y cercana con la comunidad.
Asimismo, Gravura toma como base la técnica gráfica desde los niveles mas tradicionales que el grabado proporciona: matriz, registro, serie, línea, así como también se abre hacia la exploración de distintas temáticas y soportes. Generando con ello una muestra de carácter pedagógico al exhibir en un solo lugar propuestas multidisciplinarias generadas del constante HACER de extensas jornadas de trabajo de taller.
Estas nueve propuestas, son nueve miradas emergentes de jóvenes artistas gráficos que comienzan a trabajar colectivamente, a partir de obras que retoman la imaginación, la evocación, la reconstrucción de estereotipos y realidades, la experimentación y el agrado de la creación, de cada uno de los procesos que están presentes en el desarrollo del trabajo, hasta concluirlo.
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